Esta serie, que actualmente emite la cadena Fox, ha sido presentada en todas sus cuñas como el House de la abogacía. Este epígrafe le hace poca justicia a una serie, que si bien reúne todos los ingredientes típicos y comunes de las series de abogados, ha conseguido un nuevo sabor.
El personaje que encarna James Spader (Alan Shore en la serie) es realmente prometedor ya que ha dado una nueva vuelta de tuerca al "borde" por excelencia. Alan Shore es un cínico llevado hasta las últimas consecuencias que además tiene unas dotes de seductor lo que lo convierten en la perfecta fruta prohibida. Sin embargo papel de James Spader es un arma de de doble filo ya que también es muy fácil convertirlo en una pesada máquina de exabruptos. Sólo un buen guión es capaz de sostener este tipo de personajes, de hacerlos grandes o caricaturizarlos, como lo está sucediendo, por cierto, últimamente a House. Lo más débil que he visto hasta hora de Alan Shore es, sin dudarlo, la novia que le han puesto en la serie; una insulsa y nada atractiva Lake Bell.
El otro personaje abundantemente prometedor es el encarnado por William Shatner (Denny Crane en la serie) que interpreta a un abogado algo desmesurado, cuyo declive es aguardado por el resto de sus socios del bufete. A todas luces un papel trampa como el de Alan Shore que tanto de cubre de gloria como te vuelve un histrión de medio pelo.
La serie promete a pesar del avaro favor que le ha propinado la Fox al definir la parte por el todo.
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