Dominios millonarios, un piso con las mejores vistas de la Red

Si acaba de dar forma a un nuevo artículo que va revolucionar el mundo, no se olvide comprobar que esté libre un dominio con el nombre de este producto. En caso otro contrario, búsquele otro aunque sea de lo más cutre.

El registro de un domino con un nombre que al personal se le haya pasado por alto puede ser una de las formas más fáciles de hacerse con un montón de pasta de modo legal. Según comenta la noticia, por el dominio "sex.net" alguien se ha cubierto los riñones con 450.000$, que no está mal para una entrada de un piso.

Es de suponer que las palabras más comunes contarán con su parcelita en el ciberespacio, aunque siempre puedes llevarte una sorpresa. Descartadas las palabras obvias, el camino hacia el retiro pasa por algún descuido de fabricante, cosa que no me parece tan compleja. Algo tan fácil como un correo electrónico en el que el encargado de "nuevos desarrollos" solicitaba que se registre el dominio "balalaiko.net", nuevo producto estrella de la compañía. Ese es precisamente el correo que nunca se abrió porque la secretaria del "responsable de imagen y comunicación" estaba de vacaciones. Una situación tan idiota que podría haber acuñado mi "delirium tremens", es la patética realidad laboral que muchos palpamos día a día y es la razón que nos hace asentir levemente con una sonrisilla pícara esbozada en la boca. ¡Cosas peores habremos visto en la oficina!, pensará más de algún lector.