26 diciembre, 2006

(CINE) BRICK

Sinopsis (extraída de www.culturalia.net): Brendan no tiene miedo de apoyar sus palabras con acciones, y conoce todos los ángulos de la sociedad estudiantil. Aún así, prefiere permanecer en soledad, hasta que su ex-novia Emily contacta con él inesperadamente para desaparecer después sin dejar rastro alguno. Los sentimientos de Brendan por ella hacen que se embarque en la enigmática y absorbente búsqueda de la problemática chica. Para ello sólo contará con la ayuda de su único amigo, Brain, que le llevará a descubrir los oscuros secretos de los alumnos de su instituto y a adentrarse un mundo de extraños personajes como Laura, una sofisticada niña rica, el matón Tugger, el yonqui Dode, la seductora Kara y el siniestro The Pin.

Brick es un ejercicio de cine negro transportado a un ambiente estudiantil con firmeza y buen gusto. El protagonista, un irreconocible Joseph Gordon-Levitt (el chaval de Cosas de Marcianos), es un conseguido esbozo del más rocoso de los Humphrey Borgart sin caer en ningún momento en la parodia. El resto de personajes típicos del género, y que por no desvelar costuras quedan indultados de la enumeración, son interpretados de un modo férreo, amilanando cualquier amago de pantomima. A modo de anécdota, apuntar que en uno de ellos descubriremos a Lukas Haas (el niño de Único Testigo).

El manejo de la cámara en Brick podría calificarse como virtuosista. En la cinta hay generosos ejemplos de encuadres certeros, muchos de ellos debidos a que la escena es atacada desde ubicaciones poco frecuentadas. La edición y la música son los instrumentos empleados para situar cada secuencia en su "tempo" óptimo.

La parte angosta del camino corre a cargo de un guión esquivo al que de tanto seguirle el rastro, además de agotamiento, te inyecta una desorientación, a veces frustrante y casi siempre desagradable, durante buena parte de la minutada del film. Y es que la historia tiene un juego de piernas excesivo, con nombres a los que ponerle rostro y oficio requiere una concentración que no estaba presupuestada.

No obstante, considero que Brick es una película INTERESANTE, a la que has de aproximarte con la atención fijada en "modo experto".

24 diciembre, 2006

(CINE) CLERKS II

En 1994 un suspiro de esperanza correteó por todo el planeta. Clerks daba sus primeros pasos lo que renovaba el optimismo para con la comedia por lo menos otros diez años más. Sostenida sobre una jornada laboral de un par de empleados de una tenducha de barrio, esta película de un inmisericorde Kevin Smith se dedicaba a hurgar en cuanta llaga social se cruzaba en su camino. Con elegancia zafia trataba las distintas patologías de las relaciones de pareja, de la amistad y de la sociedad. Confesiones sexuales aprovechando un descuido de la discreción junto con situaciones de un hiperrealismo desternillante permitían a la película deslizarse con soltura entre los 92 minutos de duración.


"Clerks" fue la diana del novato. Desde ese momento la relación entre Kevin Smith y su musa se ha limitado a un "mañana te llamo y hablamos" por lo que cada nueva película ha sólo ha sido un desacertado brochazo con el que voluntariamente el artista ha difuminado la sombra de lo que fue.

En este momento en el que su descomposición ha alcanzando su máximo esplendor, acuchilla la paciencia de sus seguidores de un modo rastrero, defecando una secuela de su obra maestra para ganarse su "doble con queso y mucha mostaza". Era difícil esperarse esto de un individuo que se reía en la cara de lo "correcto".

A pesar de un par de tijeretazos ingeniosos como el tercer grado al que somete a la Trilogía del Señor de los Anillos o el espectáculo de "relaciones entre especies", el resto de la cinta no tiene asideras, ni espinas que te arranquen una blasfemia. La película esta recubierta por una niebla de humo denso como el que arropa los bares poco poblados, diez minutos antes del cierre, cuando se apagan las risas y la última copa corre a cargo de la lástima.

Clerks II es un difunto vapuleado largamente por un chulo con mote de cáncer al que es mejor velarlo con la tapa cerrada y aferrarse a la imagen que lucía hace ya casi 13 años. PASANDO

22 diciembre, 2006

(LITERATURA) "Laura y Julio" de Juan José Millás

Sinopsis (extraída de www.casadellibro.com): Recién separado, Julio decide ocupar en secreto el piso vacío de un vecino. Usurpa también su ropa, sus cotumbres, incluso su mirada sobre el mundo, sobre su ex mujer y sobre sí mismo. Julio descubre una vida nueva que tendrá que modelar para convertir la impostura en realidad.


Las dos o tres veces que pausas la lectura de "Laura y Julio", lo haces dudando si consolidar una última avanzadilla por sus páginas o te acoges al mañana será otro día. La historia va tomando cuerpo de un modo ágil y con ese dulce peligro que tienen las cosas que no sacian.

El problema surge cuando, a la mitad de la novela y sin emplear las medidas diplomáticas de rigor, el autor de "Laura y Julio", nos declara persona no grata en la historia y nos pone de patitas en la calle con una sucesión de mails edulcorados hasta los bordes. Aquí se inicia el colapso de la narración, especialmente ruidoso por inesperado. El paso de las hojas se hace chirriante y el argumento se retrae desaprovechando todas las posibilidades abiertas con bastante brillantez por el escritor. Para centrarnos, "Laura y Julio" es como un polvo entre un quinceañero y una viuda cuarentona; empieza con pasión pero al final los testículos aflojan la tela abrumados por el catálogo de posibilidades. PASANDO.

17 diciembre, 2006

(CINE) EL ILUSIONISTA

Sinópsis(extraida de www.hoycinema.com): Cuando Eisenheim comienza actuar con su asombroso espectáculo de ilusionista en Viena, pronto corre la voz sobre sus poderes sobrenaturales?llegando a los oídos de uno de los hombres más poderosos y pragmáticos de Europa, el príncipe heredero Leopold. Convencido de que el mago no es más que un experto impostor, Leopold asiste a uno de los espectáculos de Eisenheim, con intención de desacreditarle durante su actuación. Pero cuando la bella prometida del príncipe, Sophie von Teschen, aparece, Eisenheim y Sophie se reconocen de la infancia y un amor latente es reavivado. Con Eisenheim y Leopold luchando por el afecto de Sophie, pronto se hará evidente que ambos están dispuestos a no poner límites para reivindicar y mantener su amor. El amor clandestino continúa y Uhl tiene como misión, por órdenes de Leopold, de desenmascarar a Eisenheim, por lo que intensifica sus esfuerzos a pesar de que el mago sigue cosechando grandes éxitos entre su público. Mientras que Uhl insiste tenazmente en descubrir los trucos de este hombre, Eisenheim prepara su número más ambicioso.

El Ilusionista es una película trazada con pulso firme y orquestada como un grupo de ladrones compuesto por ex-miembros de la KGB.

La interpretación del manojo de actores seleccionados no sólo cauteriza cualquier fisura del film, sino que además le aporta consistencia. Los papeles principales están acorazados por Edward Norton (Eisenheim), Paul Giamatti (jefe de Policia Uhl), Rufus Sewel (Príncipe Leopoldo) y Jessica Biel (Sophie). De entre la formación coral, destaco el papel que hace Eddie Marsan como representante de Eisenheim.

Es de agradecer que las ilusiones que desarrolla el protagonista carezcan de aspavientos digitales, lo que evita que el espectador se desplace del camino insinuado por el director. Otros remaches que dan solidez al conjunto son la fotografía con un puñado de encuadres inquietantes, un vestuario por momentos austero pero siempre preciso y una iluminación del todo colaboracionista.

Por esto y otros detalles que seguramente se me hayan escurrido, "El ilusionista" resulta ser totalmente RECOMENDADA y disfrutable.

(CINE) CUENTO DE NAVIDAD

Sinopsis (extraída de www.scifi.es): Cinco amigos viven en un pueblo de veraneo de la costa catalana. Tito, Koldo, Moni, Eugenio y Piti verán cómo las vacaciones de Navidad de 1985 cambiarán sus vidas para siempre. También la de Rebeca Espósito, atracadora de bancos, que en su huida tras un golpe cae en un foso en el bosque en el que queda inmovilizada. Tras encontrarse a la peligrosa ladrona en el agujero, los niños la chantajearán y manipularán para que les entregue el botín.

Cuento de Navidad es un inventario de los tópicos que encauzan las películas de "zombies" aromatizado con iconografía ochentera... y ya está.

El responsable del argumento, que algún despistado ha dado en llamar guionista, pretende parodiar este subgénero del cine de terror pero con tan poco salero que el resultado, un marcaje férreo al puñado de situaciones manidas que cualquiera podríamos haberle enumerado, resulta insultantemente pueril. Con este panorama, Luis Berdejo añade un nuevo condimento al refrito con objeto de escurrir las carencias de su guión y de este modo se lanza a meterle mano a la nostalgia del público asistente, que en su mayoría coqueteara con la treintena de años. Los de este grupo social, grupo al que pertenezco por cierto, tenemos una añoranza siempre en celo, y a quien más quien menos se pone tontorrón con las pegatinas de "V" que adjuntaba la Tele Indiscreta, las huchas con forma de Ruperta, el Tente, las bicicletas California, las figuritas de la guerra de las Galaxias, los chinos de la suerte y un largo etcétera. Posiblemente no haya en España ahora mismo otra generación que muestre tanto afán de regresión como aquella que se levantaba las mañanas de los sábados con los Electroduendes. Pero volviendo a lo nuestro, el recurso ochentero del señor Berdejo huele a piso con humedades y estoy convencido, que una tarde-noche a la salida del trabajo, media docena de hijos ilegítimos de Don Pinpon en torno a unas cervezas, aportarían matices más elaborados de aquellos días en el que "El Coche Fantástico" venía de regalo con el postre.

Cuento de Navidad es tan PRESCINDIBLE como un cólico nefrítico, y por momentos, tan irritante. Quedamos a la espera de que Luis Berdejo asimile que los chavales de la era "Final Countdown" hemos dado el estirón y ya no garabateamos cuadernillos Rubio. De la quema se podría salvar a algún nené (no a todos) y sobre todo, a la protagonista, Maru Valdivieso.

P.D: Me he dado cuenta perfectamente que en la película no se ve el rostro de ningún adulto, a excepción del de la protagonista. Este guiño a "Los Diminutos" me parece igual de mugriento que el resto de la historia y mis condolencias al que a esto le parezca "currado".

14 diciembre, 2006

(LITERATURA) "Los girasoles ciegos" de Alberto Méndez


"Los girasoles ciegos" son cuatro cuchilladas a la sensatez, asestadas con tal precisión, que desgarran las entrañas del lector, dejándolo expuesto a una infección por angustia. La razón por la que acabas atenazado a las solapas de “Los girasoles ciegos” radica, más que por lo que cuenta, por la ruta elegida para contarlo. De hecho, con el valor que infunde la distancia, no me costaría afirmar que las cuatro derrotas, que así es como, con precisión rapaz, ha bautizado a los capítulos el autor, son un tanto predecibles, la temática a la que se acogen ya tiene un tono mate por la manida que ha sido, alguna circunvalación narrativa es como un bis no solicitado y el nexo que aglutina las historias resulta las veces sibilino y artificial.


Sin embargo, cada frase deja tras de si un aroma de elegancia científica en cada roce de pupila. Las palabras se han escogido con una cicatería magistral, impidiendo que la imaginación se desparrame. Lo que el autor ha escrito es lo que realmente quiere que vea, respire y sienta el que se asome al libro, tal vez porque en esa ubicación tan acotada es donde se de el perfecto maridaje entre el dolor y la ansiedad.

Alberto Méndez, que así se llamaba el orfebre, fue premiado con el Premio Nacional de la Crítica 2005 convirtiéndose en el primer autor que recibe este galardón a título póstumo, ya que Alberto Méndez falleció en diciembre de 2004. Aunque en mi opinión, Don Alberto, con 11 ediciones impulsadas por una turba adicta a la belleza narrativa, ha dado jaque a más de algún "selecto" anclado en el tópico de que la sociedad española es incapaz de distinguir el color del buen gusto.

03 diciembre, 2006

(PELICULA) LA REINA

Ya el hecho de plantearse gestar una película en la que se recree la vida de personajes históricos contemporáneos es motivo suficiente para dejarme con la calva a la intemperie. El hecho de conseguirlo sin que el producto final resulte una Semana del Guiñol de bisutería merece un par de vueltas de neurona para dar flirtear con la curiosidad de quien se deje caer por este blog. El parecido físico es como hecho de encargo en algunos casos como en la reina, el duque Edimburgo o el propio Tony Blair y sin embargo su peso en la película es despreciable si lo comparamos con la caracterización de cada uno de los implicados en la historia.
La cinta hace un quiebro a los aspectos más"couches" de la historia. Tan inesperado como gratificante es ver como germinan matices en una opinión demasiado yerma y encarrilada. La frialdad que siempre ha caracterizado el carácter de la actual reina de Inglaterra, no acepta la tregua que propone el amarillismo de una sociedad demasiado influenciada, durante la semana anterior al entierro de Lady Di. Esta sobriedad, con un fuerte origen educativo, era rasgo que se presuponía a la monarquía hace un manojo de décadas; discreta y sin aspavientos. Esta actitud esta claramente en fuera de juego en una sociedad que ve en los desgarros públicos de vestiduras y en los golpes de pecho algo acorde con los tiempos.

Todos los actores están magníficos porque han sabido plasmar sin titubeos cual es la actitud del personaje que interpretan cuando se ve expuesto a la trama, por lo no hay vencedores ni vencidos, malos o buenos, tan sólo modos de pensar con todos los huelgos que ello conlleva. Decir que Helen Mirren esta impresionante es no aportar nada pero sería muy injusto no hacerlo. Ojalá tenga que hacerle un hueco en su casa a la estatuilla dorada, porque ganarlo, sin necesidad de interpretar un personaje con taras o excesos, de populismo y empatía cargante, solo por hacer de ser humano, creo que más que una buena noticia sería un alivio.

La película esta totalmente RECOMENDADA, y vista con la suficiente apertura de miras, incluso puede servir para aprender algo.

02 diciembre, 2006

Nadie Hablara de Nosotras... #4

(CINE) CASINO ROYALE

Algo así como los "prometidos" de las ciberhistorias, Casino Royale nace con las opciones decididas de antemano. Sus predecesoras intersectaban en el mismo objetivo, que no es otro que divertir al personal y, a más de alguno, ponernos los dientes de sable al ver el desparpajo de este domador de mujeres fatal con licencia para matar. Con un futuro tan hipotecado, ser honrado es una opción, pero las consecuencias mártires que conlleva no la convierten ni de lejos la más sencilla. Cuando una película se empecina en conseguir que la gente que asista a la sala se libre del olor a rancio que tiene el aliento de la vida, por alguna ley no escrita, una heterogénea bandada de gilipollas se homologan como empaladores certificados y con una cargante gravedad te estampan un <<¡hombre, considerar película a esto!>>. Me burbujea la sangre al verlos de festival en festival, sin un vecino en seis butacas a la redonda, digiriendo el film de un autor polaco muerto recientemente por silicosis, "donde las emociones se enquistan en la epidermis, poniendo de manifiesto que el hombre es un lobo para le hombre....". Pues sí señores, Casino Royale me ha permitido regatear dos horas nominadas al balón de oro, y me hecho brotar alguna risa picarona además de recibir mi dosis de envidia y de transportarme a unos 25 años atrás cuando mi padre y un servidor, asaltábamos un videoclub de formato soviético, situado a 3 manzanas de nuestra casa y me gastaba parte de la paga en alquilar "una de Bond".


En la última de 007 todo sigue encantadoramente igual, aunque las cosas han cambiado. El enfoque es distinto ya que Casino Royale hace saltar al ruedo a un James Bond rudo, con gustos toscos y todavía inexperto, y sin embargo hay chicas, hay malos, hay partida de cartas, hay martini con vodka, hay un Daniel Craig hecho en sastrería para dar forma a un neonato 007 y hay un Aston Martin en la puerta. Las peleas en esta entrega tienen el mismo final que en el resto de la filmografía pero han ganado en realismo y en crudeza. El tono excesivamente cómico y sobrado que le estaba dando Pierce Brosnan desaparece, aunque es cierto que la flema irónica burla por momentos los visillos del film.

Más de alguna afonía había provocado la elección de Daniel Craig como nuevo Bond, y quitando el hecho de su excesivo parecido con Steve McQueen, considero que ha sabido darle realismo a su personaje en Casino Royale. Su interpretación de agente embrutecido y sin pulir es convincente aunque los problemas llegaran cuando lo tengan que pasar por el alambique para recobrar esa exquisitez que caracteriza al agente británico. El volantazo tanto narrativo como de icono planteado en esta nueva entrega y la selección del bueno de Craig, puede convertirse en la trampa que cace al cazador. Gracias a la elección de esta nueva ruta pueden surgir tramas más interesantes y fetichistas, pero por otro lado, guionistas, director, maquillaje, vestuario... se van a tener que conjurar para sacar adelante a un rostro que contrasta en exceso con la imagen de dandy que Pierce Brosnan acuñó en el personaje.

Casino Royale me parece una película y además la RECOMIENDO para esas tardes lluviosas en las que el río que circunda tu pueblo se plantea la opción de salir de farolas...


01 diciembre, 2006

(RELATO) ODA A LAS JUANIS

De mi última incursión por los cimientos de España me he traído la libido en pie de guerra. Por un lado me siento incapaz de enterrar mi nuevo catalizador del morbo en el patio interior de la perversión. Sin embargo no consigo evitar cierto rubor en mi cara a cada pulsación del teclado. El acicate de mi destemple no es otro que una suerte de "teeny" que por alguna asociación cargada de oportunismo, he dado en llamar "Juani". Hembra de corazón sodomizado por las "largas cambiás" de algún tunero, está obstinada en jugarse la poca inocencia que le queda a un número que ni siquiera está en la ruleta. Su cuerpo son pétalos prietos, afanados en contener un néctar narcisista que desea ser libado.

Es probable que lo que pinze mi apetito sea el aroma de naturalidad que traspira la "Juani" tras unos párpados policromados y un pantalón avieso, dispuesto a traicionar a las caderas por traficar con el hilo de perversión que guardaba en el envés. Quizá lo que da jaque a mi sosiego sea que la "Juani" no se da piscifactoría; tiene lengua arrabalera y es preciso tutear al temporal para que acceda a entrar en la red. Aunque, casi con total seguridad, el manantial de mi ansiedad radica en saber que sus labios atentarán contra los de otro más golfo que yo.