Actualidad: DEBISTE DE PENSARLO ANTES, MARK

La campaña para promover la comida sana en las escuelas está sacando a flote un inexperado mercado negro de comida basura y golosinas ...



- Rómpele la PSP.
- ¡No me jodas Anthony!... la PSP no, por favor- suplico Mark poco antes de clavar su rotula en el incoloro suelo del patio. Después, un nudo se aferró a su garganta como si llevasen 30 años sin verse.
- Debiste pensarlo antes Mark. Sabías que no debías joder a los Colegas, los sabías Mark cuando me juraste lealtad y lo sabías cuando te estabas cagando en tu juramento.
- ¡No fue así y lo sabes...!-pausa forzada por una garganta dispersa- yo siempre te he respetado, desde que empezamos con la mierda del regaliz, los phoskitos y esas gominolas con forma de dedo... recuérdalo Anthony, ¡por Dios!, así empezamos tú, yo y el "mocos" cuando entro en vigor esa puta ley de la comida sana en el colegio. Recuérdalo Anthony, yo te di la idea... recuerdas cuando te decía <nosotros les venderemos su mierda a precio de oro>.
-¿En serio piensas que tus batallitas van a salvar a la PSP? - inquirió Anthony poco antes de hacer un gesto para que uno de sus repetidores pulverizase el mini DVD que tenía dentro la PSP.
-¡Nooooo!- la angustia de Mark se descompuso en mil lágrimas- Joder Anthony, ¡hazlo por los viejos tiempos! - una sonrisilla imprevista se coló entre los jadeos de Mark- Cuando trajimos los cargamentos de Lacasitos sujetos en las gomas de los gayumbos porque nos revisaban las mochilas, te acuerdas Anthony, que luego teníamos que lavar los tubitos porque olían a bacalao...
-Sólo dime el por que- atajó Anthony- Vivías bien, tenías todos los chuches que querías, cuanta mierda nueva salía para el móvil tú eras el primero en tenerla... y tuviste que joderla hablando de más.
- Me jodieron Anthony, el de la tienda cantó y me pillaron comprando 100 tanzanitos... tenía que contarles donde guardábamos la mierda sino me echaban a la puta calle, ¡no lo entiendes Anthony!- la imagen de su regalo de Santa Claus vomitado contra el suelo arrinconó cualquier brizna de dignidad en Mark, que sólo pudo llorar mientras entrecruzaba las manos en señal de suplica.
-¿Sabes el trastorno que nos ha ocasionado que le hayas contado al director Warhol que usábamos la biblioteca de almacén?- atronó Anthony en un descuido de su serenidad- Un escondite perfecto... amplio y sin visitas. Nos has dado bien por el culo... nunca debiste ir por los tanzanitos, no eran cosa nuestra los tanzanitos, nosotros ya no trabajamos con esa mierda, ahora estábamos en cosas más grandes, pero tú siempre has sido un mierda simplón, ¿cuánto ibas a sacar con tus 100 tanzanitos?, ¿15 libras?, ¿20 libras?... olía a redada pero tu querías más... siempre quisiste más... y ahora no vas a tener nada.

Como si de un director de orquesta se tratase, el concierto de PSP contra suelo comenzó tras un lentamente imperceptible gesto de Anthony. De fondo un lamento ahogado dramatizó el epílogo de una negra consola de mano.