Es posible que a la casualidad el gusto por lo macabro le sea congénito. Aunque lo fácil sea atribuir sus desalmadas acciones al exceso de películas violentas, yo siempre he pensado que ella es simplemente así. Cuando te ha puesto en la butaca de al lado al tío que peor te cae en la oficina, paladea de forma obscena esa situación embarazosa. Por que sino, en unos grandes almacenes llenos hasta la sección de macramé, te pilla tu jefe comprando el portátil el mismo día que le has pedido un aumento por lo justito que llegas al borde del mes.
Sus bromas predilectas las ejecuta en eso que cruelmente llama 'la letra con sangre entra'. Los resultados de esta macabra actividad suelen adoptar forma de cicatriz, originada el primer y único día que no te pones los guantes de trabajo, el primer y único día que no te has puesto cinturón de seguridad, o el primer y único días que le has puesto los cuernos a tu pareja.
El video que aquí se presenta demuestra que a la casualidad no lo importa en absoluto que sus actividades hagan equilibrios en lo surrealista con tal de cumplir objetivos a final del año.
10 Levels of Jazz Guitar
Hace 5 años
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