Bajo este sospechoso título de estructura recurrente nos damos de morros con un anime de segunda categoría cuyo argumento es el siguiente:
“Primero, un brutal ataque terrorista contra una base de la NASA ocurre en las profundidades del desierto de Arizona. Diez días más adelante, el cadáver de un Agente de la CIA se encuentra flotando en París. ¿Están estos acontecimientos conectados? Monsieur Lassar del servicio secreto francés piensa que hay una conexión. Por eso usa al terrorista y espía internacional Kousaburo Kuki para ayudar. Kuki descubre que Lamia Vindaw, la superestrella del cine es la llave al misterio. Ella es el objetivo de un agente de la CIA en París y misteriosamente, blanco de un extraño culto de vampiros. ¿Podrá Kuki conseguir llegar al fondo del misterio? "
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Poco tiempo es necesario para que al argumento se le empiece a ver el cartón por lo que cada nuevo requiebro de la historia es encajado con un escepticismo al alza. De un minuto a otro el anime se adentra en un laberinto narrativo que lo aleja cada vez más de una salida digna. Cansado del jueguecito o por claustrofobia, el guionista rompe la baraja no sin antes hacerle la puñeta a uno de los protagonistas al empujarlo a la suicida misión de esclarecer y justificar lo que ha ocurrido durante los 40 minutos anteriores. La explicación de porque están persiguiendo a la superestrella Lamia Vindaw tiene tal descaro que provoca risa y bilis de un modo salomónico.
En resumen, coman cinco piezas de fruta al día, caminen una hora, eyaculen con frecuencia y mantengan este anime fuera de su carpeta Incoming.
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