Ya he terminado de ver dos de los partidos que se han disputado en la segunda jornada de la NFL; Redskins-Dallas y Steelers-Jaguars.
Los Redskins, que llevan ya un arranque de dos derrotas consecutivas, apenas fueron rival para unos más que inspirados Cowboys. La defensa de los Redskins sigue sin estar afinada y si enfrente se plantan un quarterback motivado como Bledsoe, un running back pletórico como Julius Jones y un receptor que va a por todas como Tony Glenn, el resultado es más que predecible. Los de Washington tuvieron su minuto de gloria de la mano de Rock Cartwright, que anotó un touchdown de 100 yardas tras una patada de alejamiento de los de Dallas.
El partidos entre los Steelers y los Jaguars se planteaba bronco desde un principio ya que se trata de dos equipos con una componente física muy importante. Tan áspero y pulmonar fue el choque que hasta el 3 cuarto no se rompio el 0-0 inicial mediante un fieldgoal.
En el 4 cuarto el desgaste hizo mella en la concentración de los de Pittsburgh que ya habían comenzado a flojear en el anterior sector del partido. El caso es que Roethlisberger comenzó a acumular pases incompletos, no tanto por culpa suya, sino más bien por unos receptores a los que les faltó la combinación mágica de fortuna y anticipación. La clave del partido se cristalizó en el minuto 8:30 del último cuarto cuando Leftwich, quarterback de los Jaguars, en un "tercera y cuarta" a unas 70 yardas de la "endzone" (zona de gol), vió perfectamente por la banda izquierda a un Reggie Williams, más que explosivo, y que alunizó tras unas 55 yardas a la fuga. Con una defensa encoraginada como la de los Steelers, Leftwich no pudo trazar el camino hacia el touchdown, pero si que consiguió un emplazamiento asequible para subir al casillero de los Jaguars los 3 puntos otorgados por un fieldgoal.
Una recuperación prodigiosa del jugador número 27 de los Jaguars, Rashean Mathis, que ya el año le había hecho algo parecido a los Pittsburg pero con "touchdown" de regalo fue sólo el comienzo del fin para los Steelers. Como un calco de los sucedido anteriormente, los Jaguars tuvieron que conformarse con una nada despreciable fieldgoal, que los pondria con un 9-0 a favor a falta de 4:30 para el final del partido.
Como si de un "deja vu" se tratase, el propio Mathis volvió a robarle la cartera a los receptores de los Steelers cuando quedaban 1:40 y de regalo situó el balon a 1 yarda del Goal. Los Steelers, a 40 segundos del final, concedieron el partido a unos justos vencedores.
En resumen, hemos visto unos Jaguars muy concentrados, muy rocosos, con algunas dificultades cara el touchdown y con un Leftwich talentoso aunque algo irregular. Unos Jaguars que llevan un nada meritorio "dos de dos", si tenemos en cuenta que ya se han enfrentado contra los Dallas y contra los Steelers. Pero ojo, porque sus próximos rivales, los Colts tienen el mismo porcentaje de victorias... esto lleva el sello de partidazo.
Los Redskins, que llevan ya un arranque de dos derrotas consecutivas, apenas fueron rival para unos más que inspirados Cowboys. La defensa de los Redskins sigue sin estar afinada y si enfrente se plantan un quarterback motivado como Bledsoe, un running back pletórico como Julius Jones y un receptor que va a por todas como Tony Glenn, el resultado es más que predecible. Los de Washington tuvieron su minuto de gloria de la mano de Rock Cartwright, que anotó un touchdown de 100 yardas tras una patada de alejamiento de los de Dallas.
El partidos entre los Steelers y los Jaguars se planteaba bronco desde un principio ya que se trata de dos equipos con una componente física muy importante. Tan áspero y pulmonar fue el choque que hasta el 3 cuarto no se rompio el 0-0 inicial mediante un fieldgoal.
En el 4 cuarto el desgaste hizo mella en la concentración de los de Pittsburgh que ya habían comenzado a flojear en el anterior sector del partido. El caso es que Roethlisberger comenzó a acumular pases incompletos, no tanto por culpa suya, sino más bien por unos receptores a los que les faltó la combinación mágica de fortuna y anticipación. La clave del partido se cristalizó en el minuto 8:30 del último cuarto cuando Leftwich, quarterback de los Jaguars, en un "tercera y cuarta" a unas 70 yardas de la "endzone" (zona de gol), vió perfectamente por la banda izquierda a un Reggie Williams, más que explosivo, y que alunizó tras unas 55 yardas a la fuga. Con una defensa encoraginada como la de los Steelers, Leftwich no pudo trazar el camino hacia el touchdown, pero si que consiguió un emplazamiento asequible para subir al casillero de los Jaguars los 3 puntos otorgados por un fieldgoal.
Una recuperación prodigiosa del jugador número 27 de los Jaguars, Rashean Mathis, que ya el año le había hecho algo parecido a los Pittsburg pero con "touchdown" de regalo fue sólo el comienzo del fin para los Steelers. Como un calco de los sucedido anteriormente, los Jaguars tuvieron que conformarse con una nada despreciable fieldgoal, que los pondria con un 9-0 a favor a falta de 4:30 para el final del partido.
Como si de un "deja vu" se tratase, el propio Mathis volvió a robarle la cartera a los receptores de los Steelers cuando quedaban 1:40 y de regalo situó el balon a 1 yarda del Goal. Los Steelers, a 40 segundos del final, concedieron el partido a unos justos vencedores.
En resumen, hemos visto unos Jaguars muy concentrados, muy rocosos, con algunas dificultades cara el touchdown y con un Leftwich talentoso aunque algo irregular. Unos Jaguars que llevan un nada meritorio "dos de dos", si tenemos en cuenta que ya se han enfrentado contra los Dallas y contra los Steelers. Pero ojo, porque sus próximos rivales, los Colts tienen el mismo porcentaje de victorias... esto lleva el sello de partidazo.
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