Los forcejeos cotidianos entre una madre y su hija adolescente es la excusa adoptada por Jasmila Zbanic para destaparnos una Bosnia en proceso de cicatrización. En Grbavica uno se da de bruces con una sociedad que zanja sus heridas con una dignidad insólita. Pero a pesar de que el paso de página se esta llevando a cabo con elegancia, el amor y sus efectos secundarios son aún una extravagancia para los personajes involucrados en la película, una visita bochornosa y del todo inoportuna. El nutriente de la película es precisamente el fruto del tira y afloja entre la serenidad por real decreto que encorseta a los protagonistas y su instintiva sed de afecto.
El elenco de actores, capitaneados por Mirjana Karanovic (la madre) y Luna Mijovic (la hija), desarrolla su parte de guión de un modo inmejorable, tal vez porque no hayan precisado ningún tipo de inmersión en su personaje.
Grbavica no tiene deslices sensibleros que sisen credibilidad al film y salvo por descuidar un poco algún personaje secundario, la película es totalmente RECOMENDADA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario