Hace ya un tiempo que dejaba caer a la gente de Picap que estaría bien tener el último trabajo del pianista Xavier Dotras para compartirlo con vosotros en Jazz Coming. Lo cierto es que fue dicho y hecho. Tan rápido fue que me cogió con el pie cambiado y hasta pasado un buen puñado de meses no empezamos a darle el calado que se merece a esta grabación. La crítica del disco Vincent (2009) la ha llevado a cabo Pablo porque si hay alguien capacitado dentro del estrecho círculo de Jazz Coming, ese es sin duda el creador de Jazztmusic. Así pues, hoy la crítica y en breve la prueba sonora en Jazz Coming.
“Vincent” es el nuevo disco del trío que forman el pianista Xavier Dotras, el contrabajista Toni Pujol y el baterista César Martínez (que desde 2004 han sacado a la luz otros dos trabajos: “Retrospectives” en 2004 y “Nit” en “2006”) dedicado ya desde el título a Vincent Van Gogh,
El concepto de estructurar un disco en torno a la obra de Vincent Can Gogh me parece interesante, esa preocupación constante por la sensación que era capaz de transmitir con sus pinceladas y no por la calidad estrictamente clásica de su obra, la relación con la improvisación, el expresionismo y la ruptura con lo establecido es algo que se extendió a todas las facetas artísticas. Los temas hacen referencia a conocidos cuadros del pintor neerlandés como “los girasoles”, “la casa amarilla”…
Como todo trío de piano crece bajo la alargada sombra de Monk, de Evans y de Jamal, convirtiendo al pianista no en el líder y solista del grupo sino en un interlocutor más en una conversación en la que los tres músicos se reparten el peso por igual. Xavier Dotras y el contrabajista Toni Pujol mantienen un bonito diálogo a lo largo del disco, se entienden bien y eso se nota, y además César Martínez hace un buen trabajo, tiene un toque sutil y sabe rellenar bien los espacios que dejan sus compañeros. Sin embargo es posible apreciar otras influencias más modernas, personalmente creo que el dinamismo y la profundidad del toque de Xavier Dotras en algunos temas como “Les Iris”, “Maison Jaune”, “Les Tournesols” o “Champs de blé” y esa manera que tiene de conseguir que la melodía del piano flote sobre el colchón que le preparan sus compañeros, le da un aire al trabajo más reciente de Avishai Cohen (sí, sé que es contrabajista, pero su concepción del trío piano-contrabajo-batería me parece similar a la de Dotras).
Además el disco nos depara una sorpresa, la balada “Adoració 2.1”, un tema suave en el que Carme Canela aprovecha esa voz que tiene y todos los matices del catalán (el catalán es una lengua que se adaptan muy bien a la manera de cantar el jazz, a veces hasta las frases más comunes parecen dotadas de un cierto swing, como ya demostró Núria Feliu cantando junto a Tete Montoliu a mediados de los 60) para poner una nota distinta al disco.
Es un disco interesante, el trío, que se nota muy conjuntado durante todo el disco, sabe en todo momento a dónde quiere llegar y no se aparta de la dirección que se ha marcado siguiendo los cuadros del gran pintor, como si fueran señales en el camino.
El concepto de estructurar un disco en torno a la obra de Vincent Can Gogh me parece interesante, esa preocupación constante por la sensación que era capaz de transmitir con sus pinceladas y no por la calidad estrictamente clásica de su obra, la relación con la improvisación, el expresionismo y la ruptura con lo establecido es algo que se extendió a todas las facetas artísticas. Los temas hacen referencia a conocidos cuadros del pintor neerlandés como “los girasoles”, “la casa amarilla”…
Como todo trío de piano crece bajo la alargada sombra de Monk, de Evans y de Jamal, convirtiendo al pianista no en el líder y solista del grupo sino en un interlocutor más en una conversación en la que los tres músicos se reparten el peso por igual. Xavier Dotras y el contrabajista Toni Pujol mantienen un bonito diálogo a lo largo del disco, se entienden bien y eso se nota, y además César Martínez hace un buen trabajo, tiene un toque sutil y sabe rellenar bien los espacios que dejan sus compañeros. Sin embargo es posible apreciar otras influencias más modernas, personalmente creo que el dinamismo y la profundidad del toque de Xavier Dotras en algunos temas como “Les Iris”, “Maison Jaune”, “Les Tournesols” o “Champs de blé” y esa manera que tiene de conseguir que la melodía del piano flote sobre el colchón que le preparan sus compañeros, le da un aire al trabajo más reciente de Avishai Cohen (sí, sé que es contrabajista, pero su concepción del trío piano-contrabajo-batería me parece similar a la de Dotras).
Además el disco nos depara una sorpresa, la balada “Adoració 2.1”, un tema suave en el que Carme Canela aprovecha esa voz que tiene y todos los matices del catalán (el catalán es una lengua que se adaptan muy bien a la manera de cantar el jazz, a veces hasta las frases más comunes parecen dotadas de un cierto swing, como ya demostró Núria Feliu cantando junto a Tete Montoliu a mediados de los 60) para poner una nota distinta al disco.
Es un disco interesante, el trío, que se nota muy conjuntado durante todo el disco, sabe en todo momento a dónde quiere llegar y no se aparta de la dirección que se ha marcado siguiendo los cuadros del gran pintor, como si fueran señales en el camino.
2 comentarios:
Agradecido por tu crítica.
Xavier Dotras
Me gustó este disco que recomendaban así Sergio Zeni y Ricardo Arribas en la revista Cuadernos de Jazz:
"Vincent está concebido para homenajear la figura de Van Gogh. Se trata de una de esas ocasiones en que la inspiración del músico se activa como reacción ante un estímulo externo, aunque ello no resulta evidente en la música resultante. Lo que escuchamos es un disco de jazz a cargo del Xavier Dotras Trío, ni más ni menos. Un jazz elegante, magníficamente estructurado e interpretado, a veces atrapado por cierta rigidez formal. No obstante, la ejecución de Dotras y sus compañeros de viaje consigue a menudo superar esta relativa tibieza gracias, sobre todo, al piano entregado y vibrante del líder del grupo. Quienes se acerquen a este Vincent encontrarán cautivadoras composiciones como 'Nuit Etolilée', 'Theo', 'La Maison Jaune' o 'Adoración' (con la colaboración de Carme Canela).
Un tributo que, sin ser musicalmente novedoso, nos sumerge en momentos muy disfrutables."
Un saludo,
Carlos
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