Era difícil que Copying Beethoven fuera capaz de adoptar la postura de sopresa. Tenía demasiadas taras para salir victoriosa de un ejercicio demasiadas veces visto. La relación entre maestro y alumno ha sido atacada desde demasiados flancos como para cogernos con la guardia cambiada , aunque en este caso se incorpore como elemento novedoso (por la época y la labor desarrollada) la figura femenina.
En la película nos damos de bruces con una primera escena en la que se ve la agonía del maestro pocos minutos después de llegar el alumno, frases lapidarias y execesivas, tanto que pierden credibilidad, sobre el proceso creativo, sentimiento de incompresion por parte del aprendiz, momento moribundo dictando partitura de melodia preagónica... y todo eso con un ritmo lento y un guión mentolado.
La interpretación de Ed Harris es buena pero eso no significa que meritoria, ya que, en general, y no creo descubrir nada nuevo, esos papeles histriónicos que tanto encadilan al público, son sin duda los más fáciles de representar. Diane Kruger, que da vida a la coprotagonista, resulta empalagosamente angelical, lo que da lugar a un personaje sin cuerpo ni garra. El resto, pues ni fu ni fa. Si no la has visto, no te pierdes gran cosa, asi que PASANDO.
